Una de las habitaciones del hostal Vara de Rey

Otras alternativas alojamiento

Alojamiento alternativo

Hay ocasiones en las que a uno le apetece salirse de la norma y optar por un alojamiento atípico o fuera de lo común. Una de las iniciativas más originales es el nuevo Racó Ibiza de Diego, Regine y familia pues sintetiza la esencia de la Ibiza que nos gusta y el lugar rezuma ‘good vibes’!

Entre San Lorenzo y Sant Carles, del nuevo Can Toni d’Atzaró nos enamora el feeling único que aporta la gestión familiar de Toni y Leonor en un entorno plenamente rural, junto con ese toque de alegría por los eventos y actividades que organizan los chicos de Moksi.

Fue todo un disfrute adentrarnos en el San José profundo para descubrir la finca Can Palerm. La villa Can Guerxonet es un complejo rústico adecuado para familias numerosas o grupos de amigos, que cuenta además con el aliciente de estar junto al pueblo de Sant Agustí. Y en los alrededores del pueblo San Miguel, toparnos con la Vinya d’en Palerm, lugar gestionado con ilusión, o con la Villa Es Trulll de San Miguel ‘Can Coves’, que el norte siempre tira : )

Siguiendo con el entorno rural, aparte de nuestra selección de Agroturismos y Hoteles Rurales, el Can Sastre es todo un ejercicio de estilo en un apacible entorno estratégicamente situado al sudeste de San Rafael.

En la zona de s’Argamassa -para algunas la más hermosa de la isla- Jeannette y su equipo han velado estos últimos por qué sus vacaciones sean tal como las soñó en su establecimiento Ácora; se encuentran en este momento reorientando el negocio familiar. Cerca, la propuesta del remodelado Hostal Flamingo de Es Caná aporta un cierto aire de frescor al lugar.

Para los que gusten de un apartahotel urbano, con cocina dentro de la propia estancia, en Santa Eulalia el Duquesa Playa de la familia Clapés merece una mención especial como opción céntrica y moderna, donde el huésped recibe un trato personalizado con todo confort. Cerca está también el Sal Mar Ibiza de César y familia en pleno corazón del pueblo, un edificio de los inicios del boom turístico que ha sido profundamente renovado.

Todavía en la villa del Río, el Hostal Rey es un clásico excelentemente ubicado que se está remodelando actualmente para ir incluso a mejor. Encontramos también un boutique hotel envuelto en una atmósfera demodé que nos seduce, La Bohemia del Río, puesto al día respetando el encanto del hostal originario, conocido anteriormente como Cas Català.

Ah, y un sitio para pasar unos días estupendos es la Pensión Pou des Lleó, pensión sencilla donde las haya (con un restaurante colosal) llevada por ibicencos y donde gozará de una auténtica acogida familiar.

Algo más al norte, el Hostal Es Figueral es un lugar ideal para desprendernos de lo superfluo y disfrutar de la isla y la playa, a tan 2 min andando. Oculta en las afueras de San Antonio, el legendario Pikes fue pionero entre los alojamientos rurales de Ibiza, habiendo sido refugio de Julio Iglesias, Freddy Mercury, George Michael, etc; sigue siendo un incunable que conserva cierta atmosfera de locura pop de esos años.

Nuestro favorito en pleno centro de la ciudad es por su romanticismo el Vara de Rey, en un edificio clásico y decorado con estilo ecléctico que rebosa buen feeling. Por la zona de Dalt Vila y con el privilegio de estar junto a las religiosas de la orden de las Agustinas ‘Ses Monjes Tancades’, el controvertido hotel La Ventana en el pasado conoció seguro tiempos mejores: acumula entre sus paredes siglos de historia pero en los últimos tiempos acumula excesivas reclamaciones, no podemos recomendarlo.

El Hostal La Bartola, aparte del nombre simpático, cumple con lo que se espera de él: céntrico, limpio y con una tarifa de lo más ajustada. También tiene su aquel el Hostal Parque, en la siempre ambientada plaza homónima, recientemente remozado.

Y por qué no nombrarlo… la Casa de Espiritualidad Santa Teresa de las Carmelitas Misioneras en Es Cubells también pueden proporcionar acogida ocasionalmente a aquellos que precisen de un retiro para elevar el espíritu o simplemente alejarse del mundanal ruido; espartana, pero con el encanto de lo auténtico.

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