Ibiza única e irrepetible
Sí, Ibiza es única e irrepetible. De marcada esencia Mediterránea pero con singularidades que la hacen diferente. Y tal como la definió el escritor Mariano Planells, también es un «cementerio de elefantes»: en ella se refugian apaciblemente personajes cuyas intensas vidas les confiere una pátina como de «estar de devuelta de todo».
También se dejan ver por aquí las llamadas «celebrities» (léase devotos de la farándula y aspirantes a famosos que se precien). Pero también grandes creadores, ya sea del mundo del cine, la música, la pintura, la moda… lo que les seduce precisamente es que aquí se les trate como a uno más, pues ése es precisamente el carácter ancestral e idiosincrasia del ibicenco.
La zona de Sa Penya (en eterno proceso de recuperación) y la zona amurallada de Dalt Vila son la imponente e idílica estampa que da la bienvenida a los marinos al entrar en el puerto de Ibiza. Otra de sus señas de identidad es la característica arquitectura ibicenca de cubos blancos, espesos muros, arcos, porches y vigas de sabina, magistralmente documentada en el libro «Le Palais Paysan» o «El Palacio Payés» (Philippe Rotthier, Ferdinand Joachim y Valérie Gevers).
Recordemos que Ibiza es «Patrimonio de la Humanidad» por declaración la UNESCO, haciendo honor no solo a sus tesoros arquitectónicos si no también a su biodiversidad y cultura: la isla tiene varias especies endémicas, ya sean plantas, los prados marinos de posidonia, múltiples especies de lagartijas, el elegante podenco ibicenco (descendiente de los perros de los faraones), el mundialmente laureado baile típico «es ball pagès» y su vestimenta, una gastronomía variada y característica… Y por qué no decirlo, ha dado incluso el nombre a un coche fenomenal, el Seat Ibiza.
